jueves, 24 de febrero de 2011
Cielo sobre Berlín: las alas del deseo
Wim Wenders con Solveig Dommartin durante el rodaje de la hermosa 'Cielo sobre Berlín' (1987).
De ella a la eternidad. Un angel, un espiritu que disfruta observando los pequeños detalles de los humanos, cómo alguien aparta su paraguas y degusta la lluvia cayendo sobre ella, anhela perder su coraza de eternidad, sentir el tiempo palpitando, su fragilidad, la celebracíón de los sentidos. Y queda prendado, y prendido, de una trapecista, que trabaja en un circo, la cual siente en cambio el excesivo peso de las emociones no realizadas, en esa sensación de exilio que es sentirse suspendida entre el cielo y la tierra, entre los deseos y la realidad. El peso de la gravedad la supera, desea elevarse, como el angel desea dejarse dominar por esa gravedad y caer al fin, y vibrar con los colores, como un niño que se asombra con cualquier detalle, con el placer de degustar las cosas sencillas de la vida. Y ,al fin, que es comienzo, ambos se encuentran en un concierto.
Nick Cave canta 'From her to eternity'. No quiere hablar acerca de una mujer, piensa, pero ante el micrófono dice que quiere hablar acerca de una mujer. El angel ya caído, rebosante de colores, se acerca a la trapecista en la barra de un bar, un espacio de transito. Él le ofrece bebida como si le ofreciera un cáliz. Y ella habla, mientras él sostiene su mano, y la escucha con sus ojos, e inclina su rostro para sentir su aliento. Es hora, dice ella, de que las cosas sean serias. Hay dejar los transitos atras. Hasta ahora todo podía ser como no ser, se preguntaba por qué su hermano era quién era, y no cualquier otro, amó a un hombre, pero podría haberle dejado por aquel que cruzaba una esquina. Nunca estaba sola, pero lo estaba, y ante todo nunca se ha sentido sola, porque cuando sientes tu soledad plena es con alguien, es cuando estás más presente. Cuando te abres y dices, eres tú. Es hora de ese momento en el cual ser decidido, es el momento de 'zarpar'.
Ambos ya son dos soledades juntas, una unión de dos espíritus y corazones abiertos. Dos soledades en ofrenda mutua, sosteniéndose en equilibrio sobre la gravedad manifiesta, y a la vez vuelan con las alas del deseo. Ella se ha elevado, y él ha sentido el aliento del ras de tierra. Y ambos se sostienen el uno al otro, como funambulistas de la emoción que es unión.
Mis cinco obras preferidas en la obra de Wim Wenders: 'Cielo sobre Berlín' (1987), 'Alicia en las ciudades' (1974), 'El amigo americano' (1977), 'En el curso del tiempo' (1977) y 'París, Texas' (1983).
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