Michael Mann dando instrucciones a Ashley Judd durante el rodaje de unas de las secuencias de Heat (1995), una de sus obras más celebres, quizás irregular, pero no exenta de brillantes secuencias, en especial, las secuencias de acción. Un cineasta al que cada vez se le van reconociendo sus méritos. Un cineasta que transita el cine 'sensorial', en un singular cruce narrativo y tonal entre el cine de Jean Pierre Melville y Sam Peckinpah.
Mis preferencias en la filmografía de Michael Mann: 'Colateral' (2004), 'El dilema' (1999), 'Ladrón' (1981), 'Heat' (1995) y 'Enémigos públicos' (2009), como estimulante es 'El último mohícano' (1992), y buen recuerdo, aunque lejano, guardo de 'Manhunter' (1986).
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