Dos de las excelentes, y contrastadas, composiciones de Miklos Rosza para la notable 'La ciudad desnuda' (1948), de Jules Dassin, un hito, por otra parte, por su rodaje en localizaciones reales y en su aplicación de modos neorrealistas en su estilo y tratamiento, en su afán por plasmar la 'respiración' de la vida de Nueva York. Y que se abre con una frase ya celebre del productor Mark Hellinger: Hay ocho millones de historias en Nueva York.
No hay comentarios:
Publicar un comentario