Fred McMurray y perro. Ya que mencionaba esas 'diferencias' entre Wilder y Leisen, McMurray trabajó con ambos, y las diferencias de tipo de personaje con cada uno revelan su versatilidad. Con Leisen primó el registro ligero, amable aun irónico, casi siempre en comedias, como en 'Candidata a millonaria' (1935), 'Ella y su secretario' (1942), 'No hay tiempo para amar' (1943), 'Comenzó en el trópico' (1937), 'Capricho de mujer' (1942), 'Suddenly, it's spring' (1947), o combinando drama y comedia en 'Recuerdo esa noche' (1940). Con Wilder demostró su capacidad para transitar las sendas más siniestras y turbias, o decididamente antipáticas, caso de Perdición' (1944) y 'El apartamento' (1960.
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