Peter Cushing y Anthony Nelson Keys, productor de la Hammer, posan con desapegada circunspección en el interior de una tumba, en una pausa de rodaje de la magnífica 'La gorgona' (1964), de Terence Fisher. Por cierto, Cushing en una ocasión declaró que él había muerto el 14 de enero de 1971, el día que falleció su esposa, Helen, con la que había estado unido casi 30 años. A él no le convirtió en piedra ninguna Gorgona, más bien una mujer le hizo sentir realmente vivo. Quizá, por eso el real amor tenga algo que ver con la resurrección.
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