miércoles, 14 de julio de 2010
Sidney Lumet, el cine como mosaico
'En una ocasión me preguntaron qué hacía que una película fuese de un modo determinado. Respondí que es como hacer un mosaico. Cada elemento es como pequeña pieza. La coloreas, le das forma, la pules lo mejor que puedes. Haces quinientas o seiscientas de esas piezas, quizás un millar. Luego las pegas literalmente unas a otras y esperas que el resultado sea el deseado. Pero si quieres que el mosaico se parezca a alguna cosa, mejor será que tengas claro lo que pretendes cuando estés trabajando en cada pequeña pieza'.
'Un buen trabajo requiere pasión. No puedo autoconvencerme de que soy objetivo. No lo soy. Como un guardameta que observa la pelota acercándose a su portería, rezo mientras se desarrolla la jugada. Quiero que funcione. Pero debo tener mucho cuidado mientras observo. ¿Cómo mantener la pasión y juzgar al mismo tiempo con realismo si he logrado lo que buscaba?'.
'No permitas que las dificultades que tuviste que superar para lograr un plano te hagan pensar que es bueno. Nadie del público sabrá nunca, en la película definitiva, que te llevó tres días iluminarlo, o que necesitaste diez personas para mover la cámara, las paredes o lo que sea'.
(Sidney Lumet; en la imagen junto a Treat Williams en una de sus obras maestras, 'El príncipe de la ciudad')
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