sábado, 12 de junio de 2010
Tyrone Power, el galán y las sombras
No es Tyrone Power un actor que haya disfrutado del justo reconocimiento, como si no hubiera pasado de ser un aplicado galán romántico en obras de género. Se le suele reconocer su labor en la excelente 'El callejón de las almas perdidas' (1947) por salirse del personaje, o línea de interpretación, en la que parecía cómoda, o ajustadamente encasillado, pero la turbiedad de este gran personaje que crea, no precisamente simpático,ya se podía apreciar en pasajes de su afinada caracterización de las estupendas 'Tierra de audaces' (1939) y 'El cisne negro' (1942), ambas de Henry King. Precisamente con éste y con Henry Hathaway, dentro de la Fox, fue con los que estableció una más frecuente y estimulante colaboración. Con el primero, aparte de las citada, hay que destacar, entre otras, 'El capitán King' (1953), 'El príncipe de los zorros' (1949) o' Capitán de Castilla' (1947). Con el segundo, 'Johnny Apollo' (1941), 'El correo el infierno' (1951) o 'Correo diplomático' (1952). Y estupendo estuvo en obras tan notables como 'El filo de la navaja' (1946), de Edmund Goulding, 'Cuna de héroes' (1955), de John Ford o, sobre todo, en 'La marca del Zorro' (1940), de Rouben Mamoulian.
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