jueves, 17 de junio de 2010
Querida oficina
El singular comienzo de esta opera prima de Max Ophuls, 'Querida oficina' (1931), marca el tono y el entramado de ideas en juego en el 'escenario' de la narración, que no es sino en aquel en el que abundará en su admirable filmografía, el de la representación y las ilusiones, y en el cual el del sentimiento amoroso es piedra angular. En la primera secuencia la cámara panoramiza sobre las montañas de los Alpes, mientras se escucha las voces de un hombre y una mujer cantar un tema amoroso en el cual la ciudad de Venecia es el espacio soñado de la materialización del viaje del amor. En la última panorámica advertimos que no es un off sino que la pareja vestida elegantemente canta en lo alto de la ladera. Pareciera que estamos en el terreno genérico del musical. Corta a un plano general sobre la ladera encuadrando a ambos, hasta que se oye una voz que dice 'Corten'. Estamos en el rodaje de una película, y un actor ha realizado un movimiento que no debía. En un corto espacio de tiempo se han alternado tres diferentes percepciones sobre la realidad de lo narrado. También queda definido que estamos en el territorio de la comedia, de la ironía. Varios personajes se resbalan y tropiezan, y como culmen la irrupción de una joven esquiadora que colisiona con los dos actores. Pero cuando se disponen a rodar de nuevo, es la voz de esta joven, Gretl (Lien Deyers), cantando el mismo tema que los dos actores, la que interrumpe otra vez más el rodaje.
Esta es una comedia sobre personajes que hacen movimientos que no debían, sobre apreciaciones apresuradas, sobre ilusiones atolondradas. La pareja de actores discuten, y el equipo del rodaje piensa en Gretl como posible sustituta de la actriz que se ha marchado despechada.
Gretl se verá inmersa en una vorágine, la de la volubilidad de estos artistas, que se quedarán encandilados con ella, y la perseguirán, hasta lograr que acepta. Del mismo modo,Gretl se verá obnubilada con la posibilidad de convertirse en una estrella, raptada por esa ilusión de ser un personaje excepcional,en vez de una ordinaria trabajadora en Correos (ironía que lo que quede en evidencia es el trasiego de desencuentros comunicativos en unos personajes que más que saber lo que quieren van zarandeados por las apreciaciones del momento). Ophuls juega con la idea del musical en estas escenas de transición, o cruce de umbral: el guionista y compositor cantan la canción mientras van a enviar una carta al productor, y Gretl al otro lado,canta la misma canción (ella descubrirá que la buscan, cuando, como operadora, escuche la conversación entre el director y el productor). Brillante juego de elipsis: Gretl al saber la noticia espera alguna señal positiva; alguien toca la pequeña puerta de correos; es un deshollinador (aunque ella se diga que eso debe dar suerte, pero es premonitorio o indicativo de su ofuscación y de un mundo de apariencias, el del cine, que tiene más de hollín que de brillos); corta a un plano de un espejo que se rompe, el de la actriz, que protesta ente el productor; este la somete a diversas pruebas con distinto registro (bien definida la afectación que hace del drama, o de la representación, propia trama de vida). Otro momento musical: el equipo de rodaje y Gretl cantando en el compartimento del tren en viaje a la capital; y realiza un travelling sobre los pueblerinos que les despiden con la mano en alto: es el espacio de la ilusión. En una piscina de aguas que, no por casualidad, se zarandean con violencia (como las agitadas y confusas emociones de los personajes) es el espacio de otra situación de comedia en la que todos los del equipo de rodaje quieren ser el centro de atención de Gretl (admirable el montaje sintético que muestra a cada uno de ellos ataviándose y acicalándose; o ese plano del actor entre una pila de fotografía, murmurando qué bajeza porque sabe que el productor le ha dicho que vaya a buscar una para quitárselo de en medio).
Ya en el momento de rodaje, situado en un decorado que representa Venecia, las ilusiones se desmontarán y dejará al desnudo la realidad: Gretl tiene pocas aptitudes para actuar, para exasperación del equipo que de haberla 'idealizado' pasa ahora a descalificarla. El último plano es un elocuente primer plano de uno del equipo que dice 'Corten'. La sugestión o el autoengaño tuvo su fin (aunque ha quedado claro que en este espacio de la representación, el del arte, sus mismos protagonistas viven más entre ilusoriedades que entre realidades: viven más bien un 'escenario'). El único que había visto con claridad lo real, es decir, que Gretl no tenía esas aptitudes, y que además la había visto cómo era ella, y enamorándose, era el productor. Por eso, tras reaparecer en el tren (verdadero movimiento) en el que ella vuelve a casa, declarándose, se sobreimpresiona un letrero que indica que harán un viaje a la Venecia real, como su relación y sentimiento, en contraste a la Venecia escénica del mundo de apariencias, espejismos, desenfoques y vida escenificada que han dejado atrás.
'Querida oficina' (1931) es el primer y esplendido largometraje de Max Ophuls. Su título original es más preciso, a la par que más ambivalente y abstracto,'Der verliebe firma',algo así como 'Enamorada entidad', que ya nos sitúa en este espacio de ofuscadas percepción de la realidad, reflejada más como un escenario, en el que los personajes representan y proyectan su particular teatro mental. Y en este caso dentro de las coordenadas de la comedia, que juega con el mismo artificio, combinando secuencias musicales y dentro del ambiente del cine, de la representación. Toda una compleja esctructura de diversas capas, y tan vivaz como dinámica.
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