viernes, 4 de junio de 2010
Paul Muni, el actor transformista
Paul Muni en una imagen publicitaria de la magnífica 'Scarface' (1931), de Howard Hawks, en la cual puede verse al gangsters como el Mr. Hyde de la codicia de la propia sociedad. Desaforada era la interpretación de Muni, actor que en la década de los 30 fue una de las estrellas de la Warner, inclinado a las caracterizaciones de elaborados maquillajes y peculiares acentos, como las que realizó con William Dieterle en tres estupendas obras 'La tragedia de Louis Pasteur' (1935), 'La vida de Emile Zola' (1937) y 'Juarez' (1939), quizá su más afectada interpretación, como sus exigencias de estrella propiciaron que se le escribieran más líneas de diálogo a su personaje. Más convincente estuvo en la estupenda 'Soy un fugitivo' (1932), de Mervin LeRoy. Actor tan concienzudo (no variaba una sola línea de su diálogo aunque el otro actor de la escena improvisara) como maniático ( requería siempre la opinión de su esposa para cada toma, tocaba el violín para relajarse en las pausas de rodaje, y sentía pánico por el color rojo), trabajó con Dieterle también en 'Doctor Socrates' (1935) y 'We are not alone' (1939), con Sidney Franklin en 'La buena tierra' (1937), caracterizado de chino o, ya en los 40, en su declive, en 'Canción inolvidable' (1945), de Charles Vidor. Ausente del cine durante años, retornaría con 'The last angry men' de Daniel Mann en 1959.
No hay comentarios:
Publicar un comentario