Carol Reed y Orson Welles entre las sombras de El tercer hombre

Carol Reed y Orson Welles durante el rodaje de la famosa secuencia de las alcantarillas de la estupenda 'El tercer hombre' (1949), de Reed. Un ejemplo de esa visceralidad mitificadora cinéfila que ya quería vampirizar los logros de Reed, estigmatizado como artesano impersonal, en favor del representante de la genialidad maldita, Welles. Cuando Reed había realizado el año anterior una gran obra, incluso superior a ésta, como 'Larga es la noche' (1948). Y no es la única obra interesante en la muy irregular filmografía de Reed que dio sus mejores títulos entre los 40 y 50. Y quizás, comparando, no es inferior a la de Welles en el computo general.