domingo, 27 de junio de 2010
Barton Fink
Los títulos de crédito se superponen a un papel pintado...Comienzan a oirse unas voces...La cámara sigue el descenso de unas poleas, la tramoya, hasta encuadrar a Barton Fink (John Turturro), que escucha, desde el proscenio, a los actores que representan su obra...Cuando termina la representación, y el telón vuelve a ser alzado, él sale a saludar con los actores...La cámara sigue situada en el proscenio...En esta introducción ya está planteada la esencia de lo que nos va a relatar, entre líneas, Barton Fink (1991) de los Hermanos Coen...El papel pintado nos sitúa en los límites de la mente, y, en concreto, de la del propio Barton Fink, a la hora de conocer y representar la vida...Su condición 'pintada' nos señala la ilusión (el autoengaño de la subjetividad, o la impostura de representacíones interesadas) que sustituye a lo real...La bajada de las poleas nos sitúan ya ante una presencia demiurgica (destino, azar) invisible, y huidiza, a la vez que, dado que el movimiento de cámara se desplaza hasta Barton Fink, nos señala que estamos en el territorio de una subjetividad concreta, alguien que está situado en el proscenio de la vida, alejado de la vida corriente, desde su posición 'distante'...es un aspirante a demiurgo, alguien que cree dominar los hilos de la vida, y su representación, con lúcida visión...Como más tarde declarará, su mente es su uniforme...O lo que es lo mismo, y aún no sabe, su presunción es su ceguera...es lo que tienen los uniformes...
Otro elemento revelador es el texto de la obra, siempre en off...Como ya he señalado, se comienzan a escuchar sobre el plano del papel pintado: Una voz dice 'Me despido de estas cuatro paredes, de los seis pisos, de Él, que pasa como una ráfaga de viento fundido'. Otra voz replica: 'Estás soñando de nuevo'. La primera voz contesta: 'No, ahora estoy despierto por primera vez en mucho tiempo. El tio Dave lo dijo: la luz es un sueño si has vivido con los ojos cerrados. Ahora tengo los ojos abiertos. Puedo ver el coro. Todos formamos parte del coro.'...Este texto plantea las claves del relato posterior, y el por qué del conflicto creado...Nos adelanta el escenario en el que se ubicará la acción (el hotel), la relación con la gente y vida corriente (el coro), y la actitud de Barton Fink (si sus ojos estan abiertos o no, o sea receptivos o no, al mundo)...Y por último nos señaliza el trayecto subjetivo y mental de la narración...¿Estaremos viviendo la experiencia desde la mente de Fink, desde sus límites? Con la subsiguiente reflexión sobre la relación entre mente y realidad, proyección y discernimiento...Estamos en el terreno, evidenciado, de la representación...el teatro de la mente...
En la posterior secuencia con su agente, Barton expone que él aspira, no al éxito económico o de crítica, sino al verdadero, al de la creación de un nuevo teatro vivo, que hable de la gente corriente, y se dirija a ellos...La conversación tiene lugar en un restaurante de lujo, 'habitado' por snobs halagadores, un espacio artificial correlacionado con ese teatro predominante y convencional que él critica febrilmente, y que no habla del hombre corriente, sino que se aisla en formalismos vacios y ambientes lujosos...Sus formas de representar la vida son falsas, capciosas...Los Coen ya espacializan, por tanto, la desubicación de Fink en su contexto...No pertenece a ese mundo, y no quiere el prestigio en un mundo en el que no se reconoce (como si fuera una rara avis de moda que hay que halagar para aparentar que uno está en la 'onda')...Pero Fink, pese a sus reticencias iniciales, acepta una proposición de su agente, acudir a la llamada de Hollywood, que requiere sus servicios dado su prestigio. y así añadirá éxito economico a su vida, que de aire no se vive...Para Fink, Hollywood representa esa oposición a su aspiración de hablar de la gente corriente...Es un mundo artificial, como el mismo restaurente en el que se encuentra, alejado de lo real...pero también lo está, aunque aún no se haya enfrentado a ello, su mente elitista...el que acepte ya anuncia la contradicción básica de Fink, que posteriormente se manifestará en su sangrante desgarradura...
El plano de transición es de las olas del mar golpeando una enorme roca...Un plano que adelanta el choque con la perspectiva hollywoodiense...y con la roca, o pared, que le separa de lo real, del mundo y su representación (y que quedará explicitado en el plano final que señalará su incapacidad de superar los límites de su mente para discernir y representar lo real y el mundo)...Su entrada en el hotel (superpuesta al plano de la roca) es la de una sombra en un espacio inmenso, un ser que no habita el mundo, que se siente desubicado, extraño...Se desenvuelve con inseguridad y torpeza...
El espacio del hotel parece taxidérmico, como si no respirara vida...Los pasillos del hotel siempre estarán vacios (el aislamiento interno de Fink)...Sólo se apreciarán los zapatos fuera de la puerte...huellas de una ausencia...Los pasillos, además, parecen un túnel dada su gran profundidad de campo, una perspectiva en fuga...Las puertas se cierran con un ruido de aire comprimido, como si se presurizara el espacio...espacios compartimentados y estancos...
Fuera, quedan las 'ráfagas de de viento fundido' que alientan los pasillos y el ascensor, como si en los bajos del hotel unas calderas se mantuvieran en permanente funcionamiento...La habitación está configurada con dos ventanas, que parecen dos ojos...A Fink le cuesta abrir una de ellas, está un tanto atascada, como lo está su propia mirada (aunque aún no lo sabe)...Ya estamos en el espacio de su intimidad (sustancialmente provisional)...En el membrete del papel del hotel se lee: Hotel Earle: Un dia o una vida'...Otro anuncio fatal como la propia roca...
Fink se queda absorto contemplando una pintura que retrata a una mujer en traje de baño, sentada en una playa, y mirando el horizonte...Es el ojo que se evade, que sueña con la belleza y el prestigio, huyendo de su vida corriente, aislada y anodina, representada en esas ronchas sucias del techo que contempla desde su cama, en esa habitación de tonos lúgubres y degradados...Es la escisión a la que se enfrentará...¿qué hay más allá de ese fuera de campo que se contempla? ¿Quizás sólo los fantasmas de la mente? ¿Tiene los ojos abiertos o cerrados?...¿En su propia mente hay una roca que le impide discernir lo real?
Hablamos, acerca de 'Dracula', de cómo la 'supresión' de una transición espacial era una elección expresiva tan intencionada como elocuente...En 'Barton Fink' nos encontramos, reveladoramente, con una ausencia de tránsitos entre espacios...Como si fueran espacios del mismo hotel en el que se ha alojado Barton al recibir la llamada laboral de Hollywood...en suma, como si fueran espacios de su propia mente, el teatro de su mente...Y son tres personajes (Lipnick, Meadows y Mayhew) los que encaran tres condiciones o representaciones mentales de lo que se dirime en la cabeza de Fink, los que ponen en evidencia, sobre el tapete 'mental', sus conflictos irresueltos...esa roca que como señalabamos era el plano de transición de su viaje a Hollywood...
El despacho del productor, Lipnick (Michael Lerner) es un espacio refulgente y pulido, dominado por los blancos...Los tonos suaves, 'dentríficos', que caracterizan a los espacios hollywoodiense, contrastan con los ya citados lúgubres y desvaídos de la habitación de hotel de Fink...Lipnick es pura puesta en escena, como el mundo que representa...Desarma a Fink con su incontinencia verbal...Es un tirano, que impone su mirada o representación del mundo (como el mismo Hollywood)...Una especie de Nabucodonosor que reina en su particular Babilonia...Lipnick no quiere nada que sea hace pensar o sufrir (sólo lo justo para los críticos)...La aparición en escena de Meadows (John Goodman) no deja de ser significativa... Fink comienza a escribir el guión que le han encargado. Se queda absorto mirando al cuadro que representa a la chica en la playa mirando el horizonte. Oye ruidos, más allá de la pared, carcajadas..Fink protesta a la dirección del hotel, y escucha a través de la pared cómo el vecino de habitación recibe la llamada y sus pasos cuando sale y se dirige a su puerta...
Meadows representa el mundo real, más allá de los límites de la mente de Fink (la pared) y de sus sueños (el cuadro)...Nunca se verá la habitación de Meadows, sólo se sabrá que está siempre desordenada ( el caos del mundo)...Fink se comporta con Meadows, como hacía a su vez Lipnick con él, no escuchándole, bombardeándole con su palabreria y presunción, tratándole con condescendencia paternal, como si fuera la encarnación simbólica del hombre real común...No deja de interrumpir a Meadows cuando este inicia algún comentario, y sobre todo significativamente, cuando va a contar alguna experiencia real que ha vivido...Fink,en su ensimismamiento, solo habla de su visión del teatro, entre abstracciones....habla de cómo el teatro debe reflejar la vida del ser común y real, y no sabe escuchar a uno...
Mayhew (John Mahoney) representa lo que a Fink le gustaria llegar a ser, un escritor de prestigio (una especie de cruce entre Scott Fitzgerald y Faulkner)...Pero las cosas no son lo que parece, y ya la presentación de ese personaje es reveladora, Fink le oye vomitando en uno de los urinarios del estudio...Algo corrupto y sórdido se esconde debajo de las apariencias...
Además, conocerá a la secretaria de Mayhew, Audrey (Judy Davis) de la que se quedará prendado..representa el otro sueño de belleza y sublimación ( casi se podría decir que es como la encarnación de la figura del cuadro)....Y empieza a producirse un extraño fenómeno en la habitación de Fink...el papel pintado comienza a despegarse...la habitación parece que suda como Meadows...
El mundo real parece que empieza a fundir las paredes 'sordas' de Fink...Coloca unas chinchetas para clavar el papel, y escucha a través de la pared ruido de gemidos de amantes (aunque es un sonido equívoco, tambien pudiera ser que ahogaran a alguien)...el deseo de Fink comienza a proyectarse...Fink se coloca ante el papel en blanco, pero no puede 'reflejar' el mundo...Y aparece Meadows...Este le habla de su infección de oído (Como si Fink con sus chinchetas hubiera cerrado el acceso al mundo real, y este se duele)...Fink, en esta nueva conversación, vuelve a hacer caso omiso de lo que dice, entregándose a divagar sobre que en la vida de la mente no se tienen mapas para ese territorio, y explorarlo puede ser doloroso...Una vez más habla de sí mismo, de su propia mente, de la lucha que hay en ella (en suma, de su ensimismamiento)
...Meadows,que ya empieza a 'cargarse', le hace una demostración de lo que es una llave de lucha libre (sobre ese mundo le han encargado un guión a Fink)...Algo fisico y real...algo que incomoda a Fink, porque supone 'contacto'...Los fantasmas de su mente comienzan a rebelarse...y manifestarse...
...Fink intenta escribir...De nuevo se queda absorto ante el cuadro de la mujer en la playa, ante el sueño...Y se produce un encadenado sobre la portada del libro de Mayhew, 'Nabucodonosor'...alusión al mundo 'filisteo' en el que se encuentra, y a, la aún por descubrir, falsa apariencia del prestigio de Mayhew...Fink come con éste y Audrey en un recodo de la carretera...Fink, una vez más, divagará con encendida grandilocuencia sobre el gran dolor de la creación y cómo hay que escribir para el prójimo, para aliviarle...Mahyew, en cambio, 'narcotizado' por el alcohol, no pretende otra cosa que no le 'alcance el estiercol'...Para él, 'la verdad es una puta que no soporta un escrutinio'...La profundidad de campo tras ambos personajes señaliza su actitud y destino: tras Fink se distingue un tunel, y tras Mayhew una curva en la que desaparece la carretera...Fink recibe la visita de Meadows, el cual le expone que la gente es muy cruel, no ceja de despreciarle o insultarle por su gordura, nadie parece apreciar sus buenas intenciones y servicios ( es agente de seguros) que les ofrece para mejorar su bienestar...
Fink sufre, incapaz de enfrentarse a la página en blanco...el caos y la decepción, que empiezan a asomar como tramas de lo real, no cuaja con los clichés de Hollywood...La lucha mental se exacerba, como en las repetidas tomas de imágenes que ve de combates de lucha libre para inspirarse...El caos de la vida parece demasiado ruidoso, y poco estético...y su mente ya un campo de batalla descontrolado...
En su bloqueo creativo, recurre a la ayuda de Audrey, y ésta le desvela el fraude de Mayhew: Los libros realmente los ha escrito ella...Fink se indigna, pero acepta el apoyo creativo de Audrey...El también ya es otro fraude...Hace el amor con Audrey y la cámara realiza un largo y lento travelling hasta el baño (en uno conoció a Mayhew), introduciéndose en las tuberías, un túnel oscuro donde se escuchan estridentes ruidos, una mezcla de gemidos de amantes, agua arrastrándose y lucha libre (ese ruido de tuberías que Meadows declaró que no podía dejar de oir como una intensa letanía: Fink, definitivamente, ha entrado en su mundo, en la geografía de lo informe, de lo real)...Al despertar, aplasta un mosquito que se ha aposentado en la espalda de Audrey, y ve cómo de debajo de su cuerpo se extiende una mancha de sangre...Alguien ha asesinado a Audrey...
Recurre a la ayuda de Meadows, ahora sí le necesita...Este limpia el cuarto y se lleva el cadáver...Y le deja una caja, sin decirle qué es lo que hay dentro, supuestamente, pertenencias personales de Meadows...Cuando la policía comunica a Fink que Meadows realmente se llama Karl Mundt y que bajo su apariencia de agente de seguros se ocultaba un asesino en serie, Fink zarandea la caja, incapaz de abrirla, preguntándose si lo que hay dentro no será cierta cabeza...Sí, Fink está camino de perder definitivamente la cabeza, esa mente que decía que era su uniforme, pero que se ha precipitado en la enajenación...Y, paradójicamente, se inspira...Empieza a escribir febrilmente el guión...Junto al cuadro de la chica de la playa, hay ahora una foto de Meadows, el sueño y lo real unidos, el artificio sublime y las violentas grietas de lo real, el fraude y la furia desesperada...
Meadows vuelve, y desata el infierno, al grito de ' os enseñaré lo que es la vida de la mente'...Acaba con la vida de los dos policías entre las llamas que ahora arden alrededor del pasillo, y lo remata con un 'Hail Hitler' (su apellido, Mundt, se puede traducir como hombre común, ¿y hace falta recordar que el nazismo se gestó entre la gente corriente, con una base popular?)...Si Lipnick es alguien que quiere dar a la gente común los sueños escapistas que desea (para enriquecerse él), y Fink los utiliza para su paternalista prestigio intelectual (ambos arrogándose la condición de portadores del hombre corriente), Meadows es alguien que vive con ellos, que es parte de ellos, y que sabe que cuán crueles son, a la vez que sabe cuán atrapados están aunque no lo sepan...Meadows lleva al extremo su condición de agente de seguros, sufre matándoles ( es para su bienestar), pero los libera de su sufrimiento y del horror que ellos crean, de su incoherencia e inutilidad...Meadows grita a Fink que le ha hecho pasar por ese infierno porque no le escucha...Él tiene una infección de oído, que le supura, porque escucha demasiado (se preocupa demasiado), y lo que oye, duele...Mientras que Fink, dice, es 'un turista con maquina de escribir'...Y se mete en su habitación mientras el hotel arde preso de las llamas...
Tras sufrir la última humillación por parte de Lipnick, que rechaza su guión por ser demasiado realista, y le espeta si cree que el mundo gira alrededor de su cabeza, Fink se dirige a la playa, con la caja, cuyo contenido desconoce...Y se encuentra ante la materialización del cuadro de la chica en traje de baño mirando el horizonte...Es su réplica exacta...Recordemos aquella frase del inicio: ´La luz es un sueño si has vivido con los ojos cerrados'...Fink ha perdido la cabeza enajenado, con lo 'desconocido', 'la posibilidad del horror', en la caja que porta (El horror del 'coro', la gente corriente, la realidad), como si fuera la caja de Pandora que prefiriera no abrir...
Nada sabe...las promesas de belleza, prestigio o evasión son un fraude...el resto es horror...y su ego ensimismado...Fink se esconde en los los límites artificiales de sus falsos sueños...No hay nada que representar...¿Quién escucha?...Solo queda la impostura...Vivir en un mundo artificial es más complaciente que vivir y habitar y 'escuchar' lo real...
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