El primer gran destello en la pantalla de Yvonne De Carlo, tras haber actuado en 'Fuerza bruta' (1947), de Jules Dassin, fue en la excelente 'El abrazo de la muerte' (1948), de Robert Siodmak, donde ejercía parecida influencia abrasiva sobre Burt Lancaster que la que imprimía Ava Gardner en 'Forajidos' (1946), también de Siodmak, dos perlas del cine negro, de crispada y fronteriza atmósfera. De Carlo transitaría por diversos géneros, en una carrera en la pantalla grande circunscrita sobre todo hasta los 60, década en la que sería protagonista de la serie 'Los Monsters'. Su filmografía no es precisamente abundante en títulos destacados. Por resaltar algunos, están varios con Raoul Walsh, como 'La esclava libre' (1957) o 'Los gavilanes del estrecho' (1954), o con Allan Dwan en la notable 'Al borde del río' (1956), con Robert Parrish en 'San Francisco story' (1952) o con Jacques Tourneur en 'Timbuktú' (1959) y participó en la apolillada 'Los diez mandamientos' (1957) de Cecil B De Mille. A partir de los 70 aparecería, sobremanera, en obras de terror.
Dios.Solo por esta fotazo ya ni miro mas para agregarte rapidamente a el panel de los blogs amigos.Acabo de tropezarme con el facebook con una foto que ha acercado a este espacio.Un gran cajón de imagenes,referencias y recuerdos que sin duda despertara en su visita.Larga vida y trabajo.
ResponderEliminar¡Muchas gracias caballero! Y sea usted muy gratamente bienvenido.
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