Susan Hayward, temperamento de fuego

Los personajes que interpretó Susan Hayward, sobre todo a partir de finales de los 40, venían definidos por un temperamento enérgico y una voluntad férrea. Eran mujeres tan decididas como obstinadas, que no se amilanaban ante las circunstancias más adversas, incluso aunque estuvieran condenadas a la pena de muerte, como en su papel más afamado, el de '¡Quiero vivir' (1958), de Robert Wise. Comenzó su carrera a finales de los 30, con papeles secundarios en notables películas de aventuras como 'Beau Geste' (1939) de William A Wellman o 'Piratas del mar Caribe' (1942) de Cecil B De Mille. Durante los 40 sus obras más destacadas son 'Tierra generosa' (1945) de Jacques Tourneur, 'Ellos no me creerán' (1947) de Irving Pichel u 'Odio entre hermanos' (1949) de Joseph L Manckiewiz. En los 50 es cuando alcanzó la cima de su carrera, y sus mejores papeles, como en dos excelentes westerns de Henry Hathaway, 'El correo del infierno' (1951) o 'El jardín del diablo' (1954), director con el colaboraría también en la interesante 'La hechicera blanca' (1953). Protagonizó la excelente 'Hombres errantes' (1952) de Nicholas Ray, o las muy sugerentes I'd climb the highest mountain (1951) y 'Las nieves del Kilimanjaro' (1952), ambas de Henry King. En los 60 se redujo tanto el número de obras como la calidad de las mismas. Su última gran obra es la maravillosa 'Mujeres en Venecia' (1967), de Joseph L Manckiewiz.