sábado, 22 de mayo de 2010
Senta Berger, luminosa sensualidad
Senta Berger fue, más que el reposo del guerrero,el lúcido o luminoso contrapunto del guerrero en dos excelentes obras de Sam Peckinpah, 'Mayor Dundee' (1963) y 'La cruz de hierro' (1976). Fueron el punto álgido de la carrera de esta actriz austriaca que según dicen los publicistas como leyenda de su salto a las producciones norteamericanas, fue 'descubierta' por Richard Widmark cuando la vio montando en su bicicleta, dándole un pequeño papel en 'Caminos peligrosos' (1961), de Phil Karlsson. Participó en 'The victors' (1963), de Carl Foreman, 'Camaradas gloriosos' (1965), de Arnold Laven, 'Conspiración en Berlín' (1966), o en 'De Sade' (1969), de Cy Enfield o la versión de 'Casanova' que Luigi Comencini realizó en 1969. Pero no logró que se apreciaran sus cualidades dramáticas resignándose a papeles centrados en su condición de icono sexy, en los que se remarcaba su sensualidad. En los 70, participó en una de las más flojas obras de Wim Wenders en ese periodo, 'La letra escarlata' (1972). Uno de sus últimos papeles destacados fue en ´La doble vida de Matias Pascal' (1985),de Mario Monicelli.
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