lunes, 31 de mayo de 2010
Richard Basehart, el sutil talento del exiliado
Hay quien dice que Richard Basehart era demasiado buen actor para convertirse en una estrella. Si se toma como hipérbole, tiene su punto de razón con respecto a un actor que rehuyó una imagen que le encasillara, interpretando los más variados papeles, y que, en los 50, alternó producciones norteamericanas con europeas, con una notable calidad media en las producciones en las que intervino en este periodo. Ya en los 60 alcanzaría la popularidad con el comandante Nelson, el protagonista de la serie 'Viaje al fondo del mar'. Este admirable actor, que en sus primeros años combinaba sus trabajos en el teatro con el de reportero, deslumbró en 1947 con su psicópata experto en electrónica en la magnífica 'Orden: caza sin cuartel', de Alfred L Werker, aunque, en buena parte, en concreto, las secuencias más brillantes, relacionadas con su personaje (inolvidable la secuencia final en las alcantarillas), fue rodada por Anthony Mann, con quien volvería a colaborar, interpretando a un siniestro Robespierre en 'Reinado de terror' (1949), un estupendo thriller con la Revolución francesa como telón de fondo. En 1951, reflejó con brillantez los dilemas de su personaje, un oficial que no quiere matar ni tener la responsabilidad de la vida de otros, en la excelente 'A bayoneta calada', de Samuel Fuller; interpretó a suicida potencial que amenaza con saltar desde el quinceavo piso de un hotel en la excelente 'Catorce horas' de Henry Hathaway (en la cuál actuaba siempre mirando al vacío, sin el apoyo de los otros actores), o, de nuevo, a un asesino en la discreta 'La casa de la colina' de Robert Wise. Durante el rodaje de la película de Hathaway murió su esposa, y marchó a Italia, durante cuya estancia conoció a Valentina Cortese con la que rodó la obra de Wise. Pero a partir de entonces, durante esta década, su trabajo se centró, a excepción de 'El hundimiento del Titanic' (1953), de Jean Negulesco, 'Labios sellados' (1958), la única, y no exenta de interés, obra dirigida por Karl Malden, 'Los hermanos Karamazov' (1958), de Richard Brooks, en Europa, donde crearía dos memorables personajes en dos grandes obras de Federico Fellini, 'La strada' (1954) y 'Almas sin conciencia' (1955), 'La mano del extranjero' (1953) de Mario Soldati,'Avanzi di galera' (1954), de Vittorio Cottafavi, 'Los jueves milagro' (1958) de Luis García Berlanga o 'Finger of guilt' (1956), de Joseph Losey, y coproducciones como 'Moby Dick' (1956), una de las obras más destacadas de John Huston, que pensó en él expresamente para el papel de Ismael, o la notable 'Cinco mujeres marcadas' (1960), de Martin Ritt. De vuelta en los 60, en Estados Unidos, y terminada su relación con Valentina Cortese, aparte su labor en la citada serie, en la que, dicen, amenizaba los rodajes declamando textos de Shakespeare en italiano, destaca una interesante obra de John Sturges, 'Estación tres ultrasecreta' (1965). Participaría en series como 'Alfred Hitchcock presenta' o 'The Twilight's zone' y, ya en los 70, en dos obras dirigidas por el gran actor George C Scott, 'The andersonville trial' (1970) y 'Rage' (1972), además de en 'Chato' (1971), de Michael Winner, 'La isla del Doctor Moureau' (1977), de Don Taylor o la estupenda 'Bienvenido Mr. Chance' (1979),de Hal Ashby. Un magnífico actor que, con sutilidad, reflejaba los más complejos dilemas o procesos emocionales.
Me ha encantado tu artículo. Muchas gracias por recordar a este magnífico actor cuya intensidad y calidad interpretativa supera -con creces- a la de otras muchas estrellas cinematográficas más famosas.
ResponderEliminarEncantado Angeles de compartir la admiración por este estupendo actor. Y cierto que los ha habido admirables que no han tenido el justo reconocimiento por no ser 'estrellas'.
ResponderEliminarHola Solaris, acabo de descubrir tu blog mediante una búsqueda de información de la película "5 mujeres marcadas", de la cual tienes una muy interesante reflexión. Me sorprendió gratamente encontrar este artículo. Hace tres meses me determiné a explorar toda la filmografía de Richard Basehart, y "5 mujeres marcadas" es la número 30 en mi haber. Siempre sólido, siempre bueno, es una pena que el Sr. Basehart no hay tenido más reconocimiento; por eso siempre me alegra leer y compartir con alguien que justamente aprecia su carrera.
ResponderEliminarVoy a seguir explorando tu blog, ya que tienes un gran estilo de escritura y tus temas se ven super interesantes.
Enhorabuena!
Hola Mona! ¡Muchas gracias por tus palabras! Encantado de conocerte, y de compartir admiración por este gran actor que, como bien dices, no ha tenido el reconocimiento merecido. Precisamente hace poco revisaba la sugerente 'Estación tres ultrasecreta'. Un abrazo!
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