Ingmar Bergman disfrutando de un buen 'cancarro' de café en una plácida pausa de rodaje. Muy dificil establecer una selección de lo mejor de este gran cineasta sueco nacido en Uppsala, tan pródiga es un obra en grandes obras. Por establecer hoy mis diez predilectas, que podrían variar el próximo mes, serían 'De la vida de las marionetas' (1980), 'Los comulgantes' (1962), 'Pasión' (1969), 'Como en un espejo' (1961), 'Persona (1966)', 'Fresas salvajes' (1956), 'El silencio' (1963') 'Sonrisas de una noche de verano' (1955), 'Después del ensayo' (1982) y 'Un verano con Mónica' (1951).
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