domingo, 9 de mayo de 2010
Plácidas pausas de rodajes: Errol Flynn y su perro
Errol Flynn conversa, con expresión muy atenta y hasta preocupada, con su perro, en una pausa de rodaje. Este singular y esplendido actor nacido en la Isla de Tasmania,y que en su juventud trabajó de oficinista como de capataz en una plantación de tabaco en Nueva Guinea, y hasta fue buscador de oro, tuvo su gran oportunidad en el cine cuando Robert Donat se desentendió de 'El capitán Blood' (1935), la excelente obra de Michael Curtiz, con quien colaboraría en otra de las grandes obras de aventuras de aquellos años, 'El halcón del mar' (1940), o en 'La carga de la brigada ligera (1936). Fue una de ls grandes estrellas de este periodo, en el que brillaría su fructífera colaboración con Raoul Walsh, especialmente en 'Murieron con las botas puestas' (1941) 'Gentleman Jim' (1942), Objetivo Birmania' (1945), 'Gloria incierta' (1944) o 'Rio de plata' (1948). Si es más popular la poco afortunada versión de 'Robin Hood' (1936), de Curtiz y William Keighley, menos lo son obras muy reivindicables de ese periodo como el estupendo melodrama 'Green light' (1937) de Frank Borzage, o 'La escuadrilla del amanecer' (1938) de Edmund Goulding. A recuperar también 'El principe y el mendigo' (1937) de William Keighley. Su carrera entraría en declive a finales del 40, parece que en buena medida por cómo le afectó el no poder participar en la guerra, a consecuencia de sus problemas de salud, de malaria a tuberculosis pasando por problemas de corazón, que le determinó en una vida errática de consumición de todo tipo de sustancias un tanto tóxicas, que determinó cuando murió a los 50 años, en 1959, que calificaran su cuerpo como el de una persona mucho mayor dado su deterioro.
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