sábado, 15 de mayo de 2010

Michele Morgan, esos ojos azules

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Pocos ojos tan deslumbrantes como los grandes y azules ojos de gata de Michele Morgan. De lo cuál era bien consciente, cuando su autobiografía la títuló 'Con esos ojos'. Su presencia, sofisticada, elegante,conjugada con unas intensas corrientes subterráneas, subyugó en grandes obras como 'El muelle de las brumas' (1938), de Marcel Carné o 'Remordimientos' (1941), de Jean Gremillon. Tras un periplo durante los primeros años de la década de los 40 en Estados Unidos, con una serie de obras más bien discretas, entre las que la más popular es 'Pasaje a marsella' (1944), de Michael Curtiz, junto a Humphrey Bogart, volvió a Europa, protagonizando variadas obras como 'El idolo caido' (1948), de Carol Reed, 'La sinfonía pastoral' (1946), de Jean Delannoy, que le reportó un premio de interpretación en Cannes, l'Etrange madame X' (1950), de Jean Gremillon, 'Fabiola' (1948), de Alessandro Blasseti, 'Le rouge et le noir' (1954), de Claude Autant-Lara, 'Les grandes manouvres' (1955), de Rene Clair, 'Landrú' (1963), de Claude Chabrol, 'Benjamin' (1968), de Michel Deville o 'Le chateau de verre' (1950), de Rene Clement.

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