viernes, 21 de mayo de 2010
Fort Apache
Las polvaredas se convierten en una imagen recurrente en varios momentos significativos de 'Fort apache' (1948),de John Ford, transcendiendo, en la entraña de su conflicto, su mera condición física. La primera cuando el regimiento del capitán York (John Wayne) acude en ayuda del pequeño destacamento del teniente O'Rourke (John Agar), acosados por un grupo de los indios que han abandonado la reserva por el maltrato y desprecio que recibían del enviado del gobierno. En primer término del encuadre queda el destacamento salvado, y al fondo la polvareda en la que están sumidos el grupo de indios reducidos por el regimiento. En la secuencia final, tras que un rígido y obcecado teniente coronel Thursday (Henry Fonda) haya rechazado el diálogo con Cochise (en el que éste le prometía su vuelta a la reserva a cambio de que no sufran más al enviado del gobierno), los indios atacan a Thursday y sus hombres, concentrados en un hoyo del terreno en un desfiladero, y cuando han pasado a tropel, y se disipa la polvareda,se observa que todos están muertos. En la posterior secuencia, York, que se había enfrentado a Thursday por buscar el enfrentamiento ( y por ello relegado a la retaguardia, y con la amenaza del consejo de guerra),se desprende de su sable y se acerca a Cochise, el cuál clava en el suelo el estandarte del regimiento, y se marcha. Cuando la polvareda se disipa, en el plano general, queda York con el estandarte (el signo de una derrota).
Polvareda en la mente es lo que tenía Thursday, con su orgullo dañado por ser confinado a un lehano fuerte en la frontera. No deja de dejar constancia de su inflexilidad, de su clasismo ( al querer negar el romance entre su hija y el teniente, por ser un hijo de un sargento), de su xenofobia ( su desprecio a los indios, como algo inferior,meros salvajes con los que no valen la palabra dada, como ha hecho York, quien disiente de su consideración), de su rígida contemplación de las ordenanzas (cuestiona incluso que no porten el uniforme según las normas). Pero, sobre todo, ve en el enfrentamiento con Cochise la oportunidad de recobrar su imagen deteriorada, de lograr un triunfo que le otorgue la posibilidad de un destino más elevado. Busca la gloria: Los indios de Cochise son la polvareda de sus fantasmas, de sus turbulencias interiores, de su desafuero: otra expresión del cinismo del enviado del gobierno en su trato con los indios. De hecho, Thursday es un reflejo del general Custer, una versión mucho más siniestra y torva de la que dio Walsh en la por otra parte estupenda 'Murieron con las botas puestas' (1941). Polvaredas también hay en su relación con el mayor Collingwood, el de un pasado en el que el primero perjudicó al segundo y le relegó en este destino.
Pero este aspecto crítico se conjuga con la calidez de la mirada de Ford, su mirada comprensiva, que logra que un personaje como Thursday no se convierta en un personaje unidimensional, reflejándole como un personaje atrapado en su obsesión, y, al final, hasta capaz de reconocer sus errores, tras sus arrebatos de soberbia. Y, por otro lado, ese cariñoso retrato de una comunidad, esa 'familia' que conforman los soldados y sus esposas, desde esos característicos vivaces sargentos amantes del alcohol a la descripción de las relaciones maritales o familiares. Ford logra crear una proverbial armonía con ambos aspectos, que confluyen en ese final, la conclusión sombría de que predominará otra polvareda, la falsedad de un mito, la que deja a Thursday como héroe en la versión oficial, y la calidez del homenaje a los hombres que habitan bajo el uniforme, a las relaciones de real afecto que crean entre ellos, solidarios y leales.
'Fort apache' (1948), es la excelente primera obra de la llamada 'trilogía de la caballería', que cuenta con un excelente guión de Frank Nugent, y un gran reparto, en el que sobresale un magnífico Henry Fonda. Una narrativa armónica, en el que el desabrido paisaje rocos de Monument Valley se acompasa con el de la mente del coronel Thursday. Sin olvidar esas disgresiones narrativas, vía el humor, a través de las andanzas de los sargentos, o de la música, a través de canciones o las secuencias de bailes.
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