lunes, 1 de marzo de 2010

Cuentos de verano

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'La costumbre del azar'. A Gaspard no le gusta provocar al azar, pero sí es receptivo cuando siente que el azar le provoca. Como cuando un amigo le plantea que tiene a su disposición su piso en un pequeño pueblo de Bretaña, casualmente donde Gaspard sabe que puede encontrarse con Lena, la chica que le gusta ( o cree que le gusta, porque él mismo dice que piensa que no está enamorado), pero con la que aún no ha consolidado, o definido la relación ( ni relación ni sentimientos parecen definidos). Gaspard se deja llevar por las mareas del azar. No suele abordar a las chicas, pero si el azar lo posibilita con aire accidental lo posibilita él se 'embarca' en la nave de esa relación a ver dónde le arrastra, como con Margot,a que ha conocido como camarera en la crepería ( de nombre Claro de luna), o Solane, que le pregunta si ha visto a unos primos suyos. Con la primera establecerá una 'aparente' relación de amistad, que parece definida por una real complicidad, en la cual ambos se sienten ellos mismos y no forzados a actuar, y comparten reflexiones sobre sobre las relaciones y los sentimientos, sobre la supuesta e inocua base de que ambos tienen otros intereses, y no entre ellos. Pero es que Gaspard también se deja llevar por la mareas de las voluntades ajenas, es decir, de las mujeres y sus cambios de humor o de lo que manifiestan que quieren o desean. Con Margot hay un breve tanteo, unos besos, pero lo que se dice anula la acción, porque ella establece mediante la palabra que son sólo amigos. Gaspard, ante la posterior entrada en escena de Solane, mientra sigue esperando la aparición de Lena,se dejará llevar por el flirteo con ella, sostenido por la suspensión, puesto que Lena establece que aún no quiere ir más allá de unos besos. Y aparece Lena, y Gaspard vuelve a cambiar de carril, de nuevo zarandeado por las alternancias de ánimos o declaraciones de Lena, primero asentando proyectos en común, después cuestionando su posibilidad ( y de paso a Gaspard que parece como el resto de los hombres que quieren imponer su voluntad sobre ella), para de nuevo volver a establecer proyecto en común para desconcierto de Gaspard, que ya parece bamboleanto entre las diversas corrientes que representan las tres mujeres. Gaspard escribe música, canciones tradiciones al estilo de las que componían los marineros, pero sin duda la música de las emociones no las domina, son un remolino con el cuál va a rebufo. No distingue el claro de luna, ni sabe posibilitarlo. El azar le ofrece la opción más cómoda, cuando le ofrecen realizar un trabajo, y abandona el pueblo sin decidirse por ninguna, dejando la amarga sensación, en su despedida con Margot, de que el uno y la otra no han sabido aprovechar, por indecisión o indefinida claridad, la oportunidad que les ha ofrecido el azar al conocerse.
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'Cuentos de verano' (1996) es el tecero de los largometrajes estrenados perteneciente a los 'Cuentos de las cuatro estaciones', que rodó entre 1990 y 1998, entre los cuáles, particularmente,me inclinaría, ante todo, por 'Cuento en invierno'. Con su despojado estilo que daba primacia a la prosa por cualquier aporte poético estilizado, transmitía esa sensación de cotidianeidad, de inmediatez captada al vuelo, apuntalado por la condición de actores desconocidos. Como si fuéramos testigos con una cámara oculta de las vicisitudes de sus corrientes, y representativos, protagonistas. Aunque su montaje cortante, sus elipsis de tiempos, asentaban una distancia que no estaba exenta de transmitir extrañeza, la de un entomologo que se sorprende por los comportamientos y conductas, que contradicen lo que piensan o sienten ( si es que lo saben) de esa criatura llamada humana.

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