El culmen de la celebre, y entrañable, secuencia de Gregory Peck y Audrey Hepburn junto a 'La boca de la verdad', en Vacaciones en Roma', tenía lugar cuando él saca la mano de la boca, tras crear un momento de tensión, y se la enseña a Audrey oculta en la manga, como si se la hubieran cortado, provocando que ella grite asustada. La idea se le ocurrió a Peck. Se la comentó a William Wyler, y a éste le pareció buena, pero apuntando que no compartiera con Audrey Hepburn su ocurrencia, para captar la reacción espontanea del momento.
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